El
más pequeño y enigmático de los planetas del Sistema Solar volvió a sorprender
a los investigadores. Las imágenes de la sonda espacial Messenger revelan que
la superficie de Mercurio está surcada por acantilados y precipicios parecidos
a escalones gigantescos.
Estos
acantilados tienen el aspecto de escalones gigantes, los más grandes de los
cuales miden 1.000 kilómetros de largo y más de 3.000 metros de altura. La
teoría más popular acerca del origen de esta especie de fallas es que son las
arrugas que se fueron formando en la superficie de Mercurio a medida que el
núcleo del planeta disminuía de tamaño a causa del enfriamiento.
Sin
embargo, de ser así los acantilados deberían estar presentes en toda la
superficie del planeta, mientras que el hallazgo demuestra que la realidad no
es esta. "Es
un verdadero misterio", comentó el hallazgo Thomas Watters, un científico
planetario del Museo Nacional del Aire y del Espacio del Instituto Smithsonian.
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